La luz de tu rostro, Señor, está impresa sobre mí como una señal. (Sal 4,7.)
Y el tiempo agrieteó su rostro, haciendo que su condena fuese más dolorosa.Un fuerte abrazo
...Y adquirio una cadena para encadenar las hojas ahora que se venía el otoño, ya que no quería perder el look que había adquirido en la primavera......Como siempre Claudia, tus ojos ven lo que nosotros no somos capaces de mirar.Un abrazo fraterno.
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Y el tiempo agrieteó su rostro, haciendo que su condena fuese más dolorosa.
Un fuerte abrazo
...Y adquirio una cadena para encadenar las hojas ahora que se venía el otoño, ya que no quería perder el look que había adquirido en la primavera......Como siempre Claudia, tus ojos ven lo que nosotros no somos capaces de mirar.
Un abrazo fraterno.
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